Y entonces mi muralla se va cayendo a pedacitos...
De un lado vos con un maso, del otro yo ayudándote con un martillo pequeñito.
Así vamos: un golpecito y otro golpecito, como latidos del corazón que a veces late tan rápido que siento que se me va a salir del pecho y no va a volver nunca más.
Así vamos: aferrándonos a las yemas de los dedos, como tratando de enredarnos entre las palabras y las sonrisas, para no soltar la felicidad.
Así vamos: conociéndonos con las miradas, conociéndonos con la boca, conociéndonos con el cuerpo.
Así vamos: poco a poco y muy deprisa, como si se nos fuera a acabar el día y mañana no existiera.
Y entonces me pasa que cada vez que digo que te quiero siento como otro pedacito de esa muralla se cae, yo golpeando desde adentro y vos golpeando desde afuera...
Así vamos.
Mi piropo favorito.
Hace 8 años